Una de las virtudes de una mujer es producir efectos. Una mujer sabia edifica su casa, así nos dice la palabra de Dios.
Empecemos por la sabiduría. ¿Cómo se obtiene? ¿Dónde se encuentra? ¿Cómo se aplica? Pues bien, el único lugar donde se encuentra es en Dios, porque no es aquella sabiduría de hombres, que siempre ladea hacia los propios intereses del hombre. Es decir no es esta sabiduría de astucia humana. Sino aquella que te enseña cómo amar, cómo perdonar, cómo actuar, hasta qué hacer, qué decir, y cuál debe ser nuestra actitud ante las adversidades que se nos presentan en la vida.
Esta sabiduría especial, no se encuentra por ahí, ni por consejos de hombres. Ésta solo está en lugar igual de especial, y es que solo se encuentra junto a aguas de reposo, cerca del Señor. Es allí en en ese lugar, donde se cambia de ropaje, en donde entiendes los procesos que suceden en tu vida y a tu alrededor, entonces llegas a comprender, lo que debes hacer, y para qué lo debes hacer. Es junto a aguas de reposo en donde recibes aquella fuerza para poder producir efectos, y cambiar drásticamente tu entorno. Que es tu hogar, tu familia, tu matrimonio, tu lugar de trabajo. Y todo lugar en donde estés tú también. Es el lugar donde escuchas aquella voz interior que te dice : ´"ESFUÉRZATE Y SÉ VALIENTE", "NO TEMAS NI DESMAYES".
Entonces tienes fuerzas para convertirte en constructura de una mejor calidad de vida, edificando sabiamente tu casa, porque para cuando llegues a ese punto, es porque has comenzado a entender la voluntad de Dios.