Hoy me deleité y glorifiqué el Nombre de Dios, una vez más por ver su grande amor hacia nosotros. Disfruté un momento muy especial, cuando mirando Enlace, vi un culto de restauración familiar para el Pastor Tomy Moya y su familia. Un matrimonio y una familia que ya el diablo pensaba, había destruido. Pero el nunca puede cantar victoria, cuando hay creyentes que se humillan ante el trono de la gracia. Se levantan y se ponen en la brecha, entonces Dios, con brazo fuerte derriba, rrompe y liberta en el Nombre de Jesús.
Ningún matrimonio, aunque sea de Dios y en Dios, está excento de ser atacado por el enemigo, sobre todo porque él es experto en destruir y en arruinar la vida y consagración del creyente, su objetivo es deshacer lo que Dios hace. Pero ya él está derrotado, "porque para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo". 1 Juan 3: 8.
Cuando realmente Cristo está en tu corazón, y el Espíritu Santo está ministrando diariamente tu vida, es cómo y cuando el amor verdadero de Cristo comienza a fluir dentro de ti. Y es cuando:
1. Hay perdón. El perdón te libera y libera a la persona a quien perdonas.
2. Hay paz. Porque es la paz que sobrepasa todo entendimiento, la que el mundo no entiende, porque viene de Dios.
3. El amor fluye hacia la persona que te ha agraviado.
4.Hay restauración. Porque “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
Mujer de Dios deja que el amor de Jesús y el bálsamo de su Espíritu, te llenen, y no permitas que el diablo te haga glorificarlo, diciendo que tu matrimonio está destruido, que ya no hay remedio, que no puedes perdonar. No. Rechaza esa información de derrota, y cámbiala por lo que te dice la palabra en Mateo 19:6. Glorifica pues a Dios, y no des lugar al diablo en tu matrimonio, en tu familia, en tu casa. Más bíen edifícala, con la palabra de Dios. Glorifica a Dios y dale una bofeta al enemigo.
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