Como hijos de Dios somos parte de una nueva generación llamada a conquistar. Sí digo conquistar, porque Dios nos ha dado espíritu de poder. Y Él también pone el querer como el hacer. Así nos lo deja ver su palabra.
Pero no solo a conquistar, también a reformar y a marcar la diferencia en este tiempo. Tu naciste para un propósito. ¿Qué pues es un propósito? Es la razón por la cual algo fue creado. Y el tuyo y el mío es de bien y no de mal, por eso el enemigo trata y tratará por todos los medios de derrotarte, él sabe que estás lleno(a) de sueños, anhelos en el Señor, por lo tanto, no te sorprendas cuando intente que esos sueños se esfumen. Usará a personas cercanas a ti, para anunciarte pensamientos de imposibilidad y fracaso, para que te desanimes y abortes la misión, el sueño, la meta.
Pero tú no eres de los que se rinden. Los demás pueden menospreciarte, hasta tú mismo puedes hacerlo, al ver o sentirte que no eres lo que Dios espera, o no haces tal vez lo que le agrada. Pero yo te exhorto a PERSEVERAR, y de seguro se cumplirá lo que Dios ha dicho de ti. Él lo tiene muy pendiente en su agenda, "porque no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse"
Hoy puedo ver a mi alrededor, aún mirar hacia atrás sin resentimiento, y me doy cuenta de que Dios está cumpliendo cada día su propósito en mi, aún cuando muchos dudaron. Pero Él tenía su tiempo y lugar determinado para comenzar a cumplir su propósito en mí.
No desfallezcas, no dudes, no permitas que los comentarios negativos trunquen tus sueños, recuerda lo que Dios te ha prometido, y recuérdaselo a él también, y cada día comiénzalo como si ya hubieras recibido tu respuesta.
Entonces ¿QUÉ NECESITAS? LO QUE NECESITAS ES CREER Y NADA MÁS.
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